Un golpe de muñeca
Como los buenos tahúres siempre con un as en la manga, un cocinero ha de tener un buena muñeca…justo esa que le permite dar el golpe de calor exacto para dejar lista su obra de arte.
Como los buenos tahúres siempre con un as en la manga, un cocinero ha de tener un buena muñeca…justo esa que le permite dar el golpe de calor exacto para dejar lista su obra de arte.
Captado el instante, el golpe. Fundamental ese juego de muñeca, muy cierto. Y extensible más allá de la cocina