El chivato de puerto
Tras el escaqueo general de la redes a realizar su trabajo diario, los hombres de aquel puerto no tuvieron más remedio que contratar a un chivato que les hiciera las veces de guardián, y de esa forma no perder más tiempo en poner trampas de peces.
Qué fantástica esta foto!! Cómo me gusta!!! La poesía de lo cotidiano…