En la capital de Lusitania
Las veces que mis pasos me han llevado a esta ciudad siempre han sido en calendas del verano, como lugar de paso, o como cobijo en su excelente festival, pero en resumen, siempre con más de treinta grados en la calle, y eso me hace recordar como agrada buscar la sombra que dan sus soportales, sus rincones de fresco, su museo romano…
Mérida y sus vestigios de grandeza.