Érase un japonés a su teléfono pegado…
En este extraño mundo la gente no sabe vivir sin su móvil, es como si se encontraran desnudos sin él, como un apéndice de ellos mismos lo usan a todas horas y mantienen una relación tan estrecha con ellos, que ya quisieran sus parejas la misma o similar inversión en tiempo y dedicación.
Enormes móviles de tapa con gran pantalla y repletos de abalorios y decoraciones de lo más estridente que cual mascotas aparentan personalidad única, todo lo contrario que sus clónicos dueños.
“Estos romanos están locos…!!”