La mirada del cánido
Me pregunto si él siente lo mismo observando la inmensidad de la mar, si se empequeñece ante tan magno horizonte, si deja que sus recuerdos, sus anhelos de cánido, vuelen libres y sinceros hasta llegar a conseguir la paz más absoluta.
O quizá era yo mismo el que…
¡Prodigioso y hondo! Esos perfiles, ese abismo al mar y ese cielo…
No es casualidad que el perro sté mirando el mar… como no es casualidad que tú repares en él, e intentes ver a través de sus ojos.
El mar… Queo ya vamos!
A veces creo que soy demasiado redundante en dar las gracias, pero es que me veo en la obligación de agradecer cada día vuestro comentarios.
Son aire apra mis pulmones creativos.