Mientras volvías
Fueron unos días duros, muy largos, llenos de soledad… y en aquel sitio no se podía hacer otra cosa que no fuera coser redes y cantar viejas canciones de pescadores.
Tan sólo al final de cada jornada me permitía el lujo de ir al lugar dónde la noche comienza a romper el día, y sentada frente a ti, te leía unos párrafos del libro que me regalaste For whom the bell tolls, mientras volvías.
Hola. Una foto muy guapa. Una profundidad impresionante. Saludos
Gracias David, un saludote grande.
A-lu-ci-nante!!! Impresionante lo que has conseguido con esa foto! Sí, no se trata de ver, sino de mirar, observar y saber leer…
Gracias