On the road (1)
En la carretera, día uno.
Un coche, 3000 kilómetros, buena compañía y una cámara…esos son los ingredientes de las próximas jornadas, ¡ah! y un mapa que nos llevará donde más nos apetezca ese día.
Retransmitiendo en directo desde el mundo.
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Recuerdo cuando iba con mi padre al pueblo un día entre semana, en horas de colegio. Saber que todo el mundo estaba en su rutina y yo era dueño del mundo era magnífico. Ahora eres tú quien está por ahí y yo trabajando entre cuatro paredes.
¡La envidia me corroe!
Buen viaje…ah y por cierto buena modelo en los blogs anteriores.
Si señor Pren, esa sensación es magnifica, entre otras cosas, porque te puedes permititr el lujo de encontrarte completamente sólo en lugares de ensueño y en los que en los fines de semana o en épocas más cálidas se masifican.
No te preocupes que te llevo en mis pensamientos, así que es como si un trocito de tí estuviera aquí. jejejjeje….jodó que poético.
Gracias Rubén, y la modelo está bastante más cerca de tí que de mí…..una guipuchi muy maja.
Saludo fuerte a todos.
No se por cual de las dos decidirme. Mi corazon tira a las dos ruedas, claro, pero la del Ibiza tiene su propio magnetismo. Como no he de elegir…
Si acaso, pienso que los marcos son un poco excesivos, pero las fotos me encantan.
Y me sumo a la envidia sana del Pren sobre tu libertad incondicional. Prometeme que te lleve a donde te lleve la vida, seguirás aprovechando los momentos!!
Prometido.
Probablemente suene algo pretencioso, pero el que me conoce un poco y más desde hace unos pocos años, me tomo la vida como algo muy a pecho pero siempre con una sonrisa en la rostro, a veces riéndome de ella misma a la cara, ya que no merece la pena pasar ni un sólo día sin disfrutar de algo…aunque sea de un misero café con leche junto a un buen periódico (esto último está cada vez más jodido).
Mi lema en los últimos meses está siendo aquel que mi madre me dijo de forma sentenciosa hace unos años, "hijo, la vida son tres días y dos salen nublados, así que desgasta la vida.
Sólo estoy seguro de una cosa, que vamos a seguir dando guerra de cojones.