El gigante y la tormenta
Hay ciudades que se deben a la mar como un amante a su amada , pero hay pocas ciudades que aún cumpliendo esa premisa se puedan permitir el lujo de mirar a ese amor cara a cara con la complicidad de haber compartido más de dos milenios de historia.
Es justo en ese instante cuando la magna Portus Magnus Artabrorum abraza a sus hijos con autoridad matriarcal dándoles cobijo bajo su capa.
Hoy es un gigante quien vigila ese devenir, un gigante que custodia tormentas, que lo ve todo.
A Coruña y el mar.
Joé!! Si parece un cuadro de Caspar David Friedrich!!! Aunque mucho más sereno, eso sí. ¡Preciosa foto! y…pallá que voy en unos días!!!
Pues que disfrutes mucho, estuve este mismo puente y estaba preciosa, con mucha vida y una temperatura maravillosa para disfrutar de su ocio.